"A la opresión, a la
explotación y al abandono, nosotros respondemos con la vida."
Gabriel García Márquez
Nobel Lecture, 8 December, 1982: “The Solitude of Latin America”, in
Nobel Lectures in Literature 1981-1990, World Scientific Publishing Co.,
Singapore, 1994
A la opresión, a la explotación y al
abandono, nosotros respondemos con la vida. Ni las inundaciones, ni las
epidemias, el hambre y las catástrofes, ni siquiera las interminables guerras
que han durado siglos, han podido vencer la fuerza incesante de la vida sobre
la muerte. Es una ventaja que crece y acelera cada vez más: cada año las vidas
que se encienden superan en más de setenta y cuatro millones las que se apagan,
un número de nacimientos suficiente para multiplicar por siete cada año, la
población de Nueva York. La mayor parte de esos nacimientos tienen lugar en
América Latina. Al mismo tiempo los países más ricos siguen acumulando armas de
destrucción capaces de aniquilar, más de cien veces, no sólo a todos los seres
humanos que han existido hasta hoy, sino la totalidad de las criaturas que han
respirado y respiran en este desventurado planeta.
En un día como este, mi maestro
William Faulkner dijo: “Me niego a aceptar el final del
hombre”. No sería digno de estar en este lugar que ha sido suyo, si no fuera
plenamente consciente que la colosal tragedia que él se negó aceptar hace 32
años , es ahora, por primera vez desde el inicio de la humanidad, nada más que
una simple eventualidad científica. Delante está esta aterradora realidad que
parecía una mera utopía durante toda la historia de la humanidad. Nosotros, los
inventores de fábulas, que podemos creer casi todo, tenemos el derecho a creer
que no es demasiado tarde para comprometernos a construir la utopía contraria.
Una nueva y arrasadora utopía de la vida, donde nadie podrá decidir por los
demás cómo tienen que morir. Donde el amor demostrará que la verdad y la
felicidad son posibles, donde los hombres condenados a cien años de soledad
tendrán todavía, finalmente y para siempre, una segunda oportunidad en la
tierra.
Conciencia, de Ricardo Carpani